Las naranjas y el mar

-- ¿En qué trabajas?- preguntó ella
- Soy Iluminador- contestó él. “ Trabajo en un pequeño estudio de fotografía y me encargo básicamente de que la luz de las fotos siempre quede perfecta. Las ilumino vaya.
Ella pensó en ese momento: “¡ Es Iluminador! Quizás podría iluminar mi vida, que no termina de encontrar la luz…” Cambiando de tema ella exclamó:
- Tienes que venir a ver el mar de la ciudad de los cielos imposibles.
- ¿ Cómo que el mar de ciudad de los cielos imposibles ? ¡ Pero si ciudad de los cielos imposibles no tiene mar!- qué chica tan divertida, pensaba él . Realmente diferente a todas las demás.
- Si, si que hay mar .Yo te lo enseñaré. Hay una calle, bueno, puede que haya más, pero yo de momento sólo he descubierto una. Como te decía, hay una calle, desde que la que te puedes imaginar el mar al fondo. Y créeme, ya somos tres personas al menos en la ciudad los que podemos ver el mar.
Él en ese momento se quedó prendado de ella. Todas las imágenes que había tenido de ella mientras partía las naranjas, y ahora el mar. “ Quiere que vaya a ver el mar a una ciudad que no tiene mar”