Thursday, June 05, 2008

El cielo y el mar

Escrito en Mayo del 2006:

Camino por las calles, las hago mías a medida que va pasando el tiempo. Me encanta descubrir nuevos nombres , como Virgen de los Peligros, calla del Desengaño, Calle León, Travesía de Belén, calle Jonás, Cabeza…
Exploro la ciudad todas las mañanas, me vuelvo a fijar una y otra vez en los árboles verdes que ocultan las calles...
Camino y salto por ellas, descubriendo pequeños rincones, fachadas de casas que no conozco, mirando hacia arriba. Y aunque a veces escuche que en el medio de la ciudad no se ve el verde, hay rincones secretos, ahí si se puede ver el cielo de Madrid, que en estos días de primavera tardía está más bonito que nunca. El rosa es cada vez más rosa, y las nubes dibujan formas imposibles.
En estos días también de atardeces imposibles es cuando mejor se contempla el mar. Estoy empezando a pensar que es incluso mejor no verlo ,porque así siempre te lo puedes imaginar cómo quieras: embravecido como el que te gusta del Norte, calmado como el Mediterráneo que ahora mismo te está cuidando, con delfines , con tiburones, con lo que quieras. Por eso la gente está más contenta aquí, porque no ha llegado a ver el mar y no sabe cómo es…y se lo puede imaginar cómo quiera…Dicen que uno de los síntomas de la gente triste es que pierden la capacidad para soñar,..Aquí siempre podemos soñar cómo es el mar que nunca vemos..

Es Roma o Palermo?

Caminaba hoy por las calles de esta ciudad, y justo miré hacia el lado izquierdo. Y vi la misma iglesia, por la que llevo unos meses pasando. Pero hoy curiosamente miré hacia arriba. Y vi dos figuras a ambos lados, dos ángeles cubiertos con una tela la guardaban…y de repente me sentí trasladada a Palermo. Me trasladé en el tiempo tres años atrás, y vi que la iglesia parecía esa otra que ya había visto en Palermo. Recordé Palermo, caótica ,desordenada, con sus estrechas callejuelas en las que apenas penetraba el sol, hombres jugando a las cartas en los portales, ruido, claxones, vírgenes y santos en cualquier esquina…

Miré más hacia abajo, repasando la portada del templo, y otras de las figuras que había me llevaron a otra iglesia, esta vez en Roma. Cerca de Termini, no puedo recordar ahora el nombre. Recordé Roma: lo pesada que me pareció las primeras veces que la visité, cuando todavía andaba con mi pesada mochila de viejos recuerdos a la espalda. Recordé también la última vez que estuve. Pareciéndome dicha vez una ciudad totalmente diferente: nueva a mis ojos. El Trastévere, el Tiber, el arco iris en el circo Máximo, el Templo de Vesta justo cuando rompía el atardecer…una bella ciudad.
¿ Qué es lo que pasa en esta ciudad? Es un cúmulo de otros lugares y sensaciones?
Tendré que seguir caminando por ella, perdiéndome en sus calles para averiguarlo.