Preciosa

“Hola Preciosa. Me he comprado un exprimidor de zumo y ya tengo ganas de verte esta tarde”.

Para conocer el comienzo de su historia hay que remontarse un año atrás. La conoció un jueves de un mes de agosto (...)

Él no dio mayor importancia a este encuentro casual. Durante las semanas venideras él siguió con su apacible vida, regada con sus convencionales visitas a su novia de aquél entonces.
Pero intermitente, y sin explicación, el recuerdo de ella comenzó a aparecer en su cabeza.Le ocurría sólo por las mañanas, cuando se disponía a cortar las naranjas para el zumo. Justo en ese momento, la imágen de ella se colaba en su pensamiento.
Una imagen que él recordaba perfectamente, a pesar de haberla visto solo durante unos minutos. Su pelo encrestado por detrás de las orejas, sus finos labios y su mirada, que ponía de manifiesto que detrás de esos bonitos ojos había algo todavía más hermoso.
Tras acabar de desayunar el recuerdo de su novia volvía a su mente.
Pero lo sorprendente era que a la mañana siguiente, el recuerdo de ella como por arte de magia, volvía a colarse en sus pensamientos.